deportes , matemáticamente , noticias Martes, 3 marzo 2015

El caso Tejada y el insignificante, cruel y bárbaro fútbol peruano

Más que un lugar común, decir que nuestro malaventurado fútbol solo trae pésimas noticias es una realidad que no admite discusión. Y no hablo solamente de la prensa nacional –como dijo Roberto Mosquera en un momento de lucidez: «Hay que estar loco para esperar que te cuenten la verdad por cincuenta céntimos».

Por ejemplo, una búsqueda simple de los términos «football» y «Peru» en la base de datos del diario inglés The Guardian en los últimos seis meses, arroja los siguientes resultados:

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El titular («Vacas invaden la cancha e interrumpen partido de copa peruana») se refiere al incidente ocurrido en el «Estadio» Municipal de Mazuko, durante el encuentro entre los equipos Minsa FBC y Expreso Inambari en partido válido por la etapa provincial de la Copa Perú.  Una manada de vacunos había irrumpido en la cancha paralizando las acciones. Luego de reanudado el match, los tercos astados volvieron a colarse en el campo de juego, e incluso persiguieron a algunos jugadores.

Tres meses después, el diario inglés traía una nueva noticia del fútbol peruano:

 

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«Jugador peruano Joao Contreras sobrevive después de ser alcanzado por un relámpago durante un partido». Ciertamente, el control de eventos meteorólogicos escapa a las responsabilidades de la dirigencia futbolística, así que –teniendo en cuenta que el jugador del equipo huancaíno sobrevivió– todo quedó en lo pintoresco.

Tres meses más, y ahora el asunto es mucho más serio:

 

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«Jugador se retira de la cancha en Perú debido a ataques racistas de los fanáticos», dice The Guardian.

El domingo y mientras se jugaba en el estadio Garcilaso del Cusco un partido del Torneo Inca entre el local Cienciano y el Juan Aurich de Chiclayo, insultos racistas desde la tribuna local contra Luis Tejada, obligaron al delantero panameño del Juan Aurich a retirarse de la cancha.

Como recuerda El Comercio, no es la primera vez que esto sucede en el fútbol peruano. Finalmente, la Comisión de Justicia de la Asociación Deportiva de Fútbol Profesional (ADFP) sancionó al club cusqueño cerrando el estadio por una fecha e imponiéndole 10 UITs de multa. Algo que parece insuficiente si tenemos en cuenta que el público del Cusco es reincidente en este tipo de ataques.

La víctima tiene la culpa

Episodios de racismo en las tribunas son relativamente frecuentes en todo el mundo. No obstante esto, y especialmente en Europa, en los últimos años se han tomado medidas más enérgicas y severas para condenarlo y enfrentarlo.

En el Perú, más allá de los esporádicos esfuerzos de la dirigencia y del Ministerio de Cultura, el fútbol sigue siendo un terreno baldío donde el racismo gana por goleada:

Después de la vergüenza del domingo en el Cusco, el club Cienciano, en lugar de disculparse o tratar de identificar a los responsables, envió una carta a la ADFP, en la cual pide que castiguen al panameño –sí, leyeron bien, a la víctima de los insultos– por incitar a la violencia. Algo así como cuando Martha Chávez acusó a Leonor La Rosa de autotortura. O como el violador que dice que la culpa la tienen las minifaldas.

Cienciano, uno de los equipos peruanos que está en proceso concursal, es administrado actualmente por Jorge Balbi Calmet, ex miembro del Consejo Directivo de Indecopi, y socio principal del Estudio Balbi Consultores Asociados S.A. Al ser consultado por el reclamo, el señor Balbi, en un momento digno de ser incluido por Jorge Luis Borges en la ‘Historia Universal de la Infamia’, dijo:

«El pueblo cusqueño no es racista, al contrario ha sido víctima durante mucho tiempo. No es la primera vez que Tejada se va del campo. Está confundido. Para el próximo partido si a uno de mis jugadores le dicen «chino de m…» o «cholo», ¿voy a pedir que se retiren del campo?. No pues. Esto es un mal precedente en el fútbol»

Al centro Jorge "Kiko" Balbi, junto a los cuestionados ex-administradores de Universitario

Al centro, Jorge «Kiko» Balbi, junto a los cuestionados ex-administradores de Universitario

No es la primera vez que Jorge «Kiko» Balbi ha estado en el centro de la controversia. Durante la cuestionada administración del Club Universitario de Deportes de parte de Right Business S.A. (la empresa liquidadora de Ayar López Cano y Rocío Chávez Pimentel) Indecopi recibió quejas de los acreedores del club en el sentido que Balbi habría tenido vínculos legales con Right Business durante el tiempo en que fue miembro del Consejo Directivo de la mencionada institución. Indecopi finalmente respondió que no encontraba conflicto de interés, pero algunas preguntas sobre el rol que jugó Balbi en la designación de Right Business quedaron en la mesa.

Fútbol insignificante, bárbaro y cruel

El problema del racismo en el fútbol peruano, sin embargo, va más allá de las declaraciones de un dirigente que ante la posibilidad de jugar sin público en las tribunas, dice lo que sea con tal de defender su billetera. Es un problema en el que todos tenemos algo de responsabilidad.

No solo el administrador de Cienciano, sino también su director técnico y por supuesto, una horda de hinchas en las redes sociales, dicen que la reacción de Tejada fue exagerada. Peor aún, algunos periodistas hablan de un supuesto «debate» sobre si Tejada tenía el derecho de irse de la cancha, como si quedara margen de discusión frente a lo evidente.

Lo más indignante del caso Tejada es comprobar cuán solo se quedó el panameño cuando decidió irse de la cancha. El árbitro lo amonesta, las tribunas le siguen diciendo «negro de m.» y sus compañeros se quedan en la cancha. El partido continúa. El desubicado es él. Para ver en qué niveles de idiotez e ignorancia estamos, comparemos el video del episodio Tejada con lo que sucedió en circunstancias similares con el jugador del Milán, Prince Boateng durante un partido en Italia hace un par de años:

Volviendo a los amigos de The Guardiansu cobertura del fútbol peruano me hace recordar a una escena del film Lawrence de Arabia –maravillosamente interpretado por Peter O’Toole. En medio de la barbarie y el enfrentamiento tribal entre árabes, Lawrence le dice a Sherif Ali (Omar Sharif):

Mientras los árabes luchen tribu contra tribu seguirán siendo un pueblo insignificante, idiota y bárbaro, voraz, asesino y cruel…

Desde la civilización, el fútbol peruano se debe ver igual.

 

Actualización: Tal y como se esperaba la Comisión de Justicia de la ADFP sancionó a Cienciano con 10 UIT (38 mil soles) y a jugar una fecha sin público. Así culmina la anécdota racista de la semana en el fútbol peruano.

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